¿Cansada de transpirar de noche? Te contamos por qué es clave que elijas las sábanas correctas. 

 

A grandes rasgos, las sábanas en el mercado están hechas de algodón o poliéster (algunas combinan ambas). Hagamos doble clic en cada una de ellas. 

 

El algodón es una fibra natural que proviene de una planta. Sus fibras, largas y finas, tienen una estructura hueca con pequeños canales. Esto no es un detalle menor: esos canales permiten que el tejido absorba la humedad del cuerpo (el sudor) y, a la vez, dejen pasar el aire.

Por eso, con sábanas de 100% algodón:

  • Sentís la cama más seca y fresca.

  • No se te “pega” la tela al cuerpo, incluso en noches calurosas.

  • La humedad se evapora rápido y la sensación pegajosa, desaparece.

Dormir sobre algodón es como dejar que la piel respire toda la noche. Además, se adapta a la estación, es liviano y resulta suave incluso después de muchos lavados.

 

Las sábanas de microfibra (poliéster) tienen dos ventajas indiscutibles: suelen ser más económicas y son muy suaves al tacto. Pero hay un dato que no podemos dejar de pasar por alto: está hecho de fibras sintéticas que no permiten la circulación del aire de la misma forma. Al estar hechas de plástico, tienden a atrapar el calor y la humedad entre la tela y tu piel. El resultado: si sos de las que transpira de noche, probablemente termines despertándote incómoda, con la sábana pegada y sensación de calor extra.

¿Cuál es mejor para no transpirar de noche?

  • Si tu prioridad es un sueño fresco y evitar la transpiración, el algodón gana por lejos.

  • Si buscás suavidad y no tenés problema con el calor, la microfibra puede ser suficiente, pero no es ideal en ambientes cálidos ni para personas calurosas de por sí.

Nosotros, no lo vamos a negar, somos fanáticos del algodón y te recomendamosa que las priorices si buscás un sueño más cómodo y fresco. Dormir bien empieza por elegir bien.